Siendo la recesión un período de decrecimiento continuado del producto bruto interno de una economía durante dos o tres trimestres consecutivos, a fines de 2008 varios países industrializados más Islandia se declararon oficialmente bajo los efectos de tal recesión.
Si la situación se mantiene en el tiempo (no existe consenso en la definición de cuánto tiempo), estaríamos ante una depresión. La misma presenta las siguientes características: desempleo, restricción del crédito, encogimiento de la inversión, numerosas quiebras bancarias, reducción del comercio, fluctuaciones altamente volátiles del precio de la moneda y, posiblemente, devaluación. Son también probables una hiperinflación o deflación.
El 1 de diciembre de 2008 Estados Unidos anunció que su economía entró en recesión ya en el último período de 2007. La crisis generada en ese país por la explosión de la burbuja inmobiliaria se expandió rápidamente durante todo el año 2008, afectando a las principales economías del mundo, pero se manifestó de forma mucho más leve en economías en desarrollo. América Latina sólo empezó a mostrar algunos signos de desaceleración recién en los últimos meses de 2008, pero los pronósticos para este año son favorables.
¿Porqué, entonces, la crisis financiera sólo se manifestó con virulencia en las principales economías del mundo, dejando fuera a los países emergentes pero también a China? Quizás la respuesta pase por entender el nivel de regulación que ejerce el Estado sobre la economía local. Tras años de liberalismo económico, América Latina en general comenzó el siglo XXI con una fuerte presencia del Estado en el mercado. En el caso de China, esa es la política del partido comunista desde hace décadas, mezclando dosis de capitalismo y economía planificada.
Además de la falta de regulación en los principales mercados del mundo, se da la particularidad de la persistencia de anacrónicas políticas del laissez-faire más ortodoxo, como sucedió en el caso de Islandia.
Entonces, ¿se puede hablar de una crisis financiera internacional, como si ésta mágicamente se haya producido alrededor del globo? Mas bien convendría hablar de un resquebrajamiento -por ahora parcial- de una serie de elementos económicos inherentes a las potencias mundiales (política aplicada con igual resultado negativo en Islandia).
Los números son más que elocuentes. Mientras que ningún país subdesarrollado se declaró en recesión ni tuvo la necesidad de salir a rescatar bancos, empresas u organismos de crédito, en el mundo desarrollado:
° 07/09/2008: Estados Unidos sale al rescate de sus dos mayores bancos hipotecarios: Freddie Mac y Fannie Mae, inyectando 200 millones de dólares en total por los dos.
° 15/09/2008: Lehmann Brothers, cuarto banco de inversión en Estados Unidos, presenta la quiebra. El mismo día, Bank of America debe salir al rescate de Merril Lynch, comprando dicha firma por 50.000 millones de dólares.
° 14/10/2008: Francia se declara en recesión.
° 13/11/2008: Alemania se declara en recesión.
° 17/11/2008: Japón se declara en recesión.
° 28/11/2008: Suecia se declara en recesión.
° 02/12/2008: Estados Unidos se declara en recesión.
° 10/12/2008: Italia se declara en recesión.
° 23/01/2009: El Reino Unido se declara en recesión.
° 28/01/2009: España se declara en recesión.
° 04/02/2009: Panasonic anuncia 15.000 despidos y el cierre de 27 fábricas.
° 11/02/2009: El grupo PSA - Peugeot anuncia que recortará 11.000 empleos.
Conclusión.
Por más que se vean afectadas las economías de América Latina, el efecto es escasamente negativo, dada la fortaleza que presenta la región. Un informe del Banco Mundial lo describe de la siguiente manera: "Antes de iniciarse el ciclo descendente, varios países pudieron, por primera vez en 30 años, avanzar considerablemente en la reducción de la pobreza y la desigualdad. En Brasil, Chile, Argentina, El Salvador y Colombia, entre otros, ello se logró en parte gracias al espacio fiscal brindado por mejores políticas macroeconómicas. Esta situación permitió enfocar de manera inteligente el gasto social en quienes más lo necesitaban, generó superávit presupuestarios, logró aumentos nunca antes vistos en las reservas internacionales, un entorno mucho más atractivo para las inversiones y menores tasas inflacionarias".
Actualización al 15/04/2009: El Banco Mundial reiteró que algunos países de América Latina, incluyendo la Argentina, sufrirían en menor medida los impactos de la crisis global.
Matías Pablo Arese, Licenciado en Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.
Si la situación se mantiene en el tiempo (no existe consenso en la definición de cuánto tiempo), estaríamos ante una depresión. La misma presenta las siguientes características: desempleo, restricción del crédito, encogimiento de la inversión, numerosas quiebras bancarias, reducción del comercio, fluctuaciones altamente volátiles del precio de la moneda y, posiblemente, devaluación. Son también probables una hiperinflación o deflación.
El 1 de diciembre de 2008 Estados Unidos anunció que su economía entró en recesión ya en el último período de 2007. La crisis generada en ese país por la explosión de la burbuja inmobiliaria se expandió rápidamente durante todo el año 2008, afectando a las principales economías del mundo, pero se manifestó de forma mucho más leve en economías en desarrollo. América Latina sólo empezó a mostrar algunos signos de desaceleración recién en los últimos meses de 2008, pero los pronósticos para este año son favorables.
¿Porqué, entonces, la crisis financiera sólo se manifestó con virulencia en las principales economías del mundo, dejando fuera a los países emergentes pero también a China? Quizás la respuesta pase por entender el nivel de regulación que ejerce el Estado sobre la economía local. Tras años de liberalismo económico, América Latina en general comenzó el siglo XXI con una fuerte presencia del Estado en el mercado. En el caso de China, esa es la política del partido comunista desde hace décadas, mezclando dosis de capitalismo y economía planificada.
Además de la falta de regulación en los principales mercados del mundo, se da la particularidad de la persistencia de anacrónicas políticas del laissez-faire más ortodoxo, como sucedió en el caso de Islandia.
Entonces, ¿se puede hablar de una crisis financiera internacional, como si ésta mágicamente se haya producido alrededor del globo? Mas bien convendría hablar de un resquebrajamiento -por ahora parcial- de una serie de elementos económicos inherentes a las potencias mundiales (política aplicada con igual resultado negativo en Islandia).
Los números son más que elocuentes. Mientras que ningún país subdesarrollado se declaró en recesión ni tuvo la necesidad de salir a rescatar bancos, empresas u organismos de crédito, en el mundo desarrollado:
° 07/09/2008: Estados Unidos sale al rescate de sus dos mayores bancos hipotecarios: Freddie Mac y Fannie Mae, inyectando 200 millones de dólares en total por los dos.
° 15/09/2008: Lehmann Brothers, cuarto banco de inversión en Estados Unidos, presenta la quiebra. El mismo día, Bank of America debe salir al rescate de Merril Lynch, comprando dicha firma por 50.000 millones de dólares.
° 14/10/2008: Francia se declara en recesión.
° 13/11/2008: Alemania se declara en recesión.
° 17/11/2008: Japón se declara en recesión.
° 28/11/2008: Suecia se declara en recesión.
° 02/12/2008: Estados Unidos se declara en recesión.
° 10/12/2008: Italia se declara en recesión.
° 23/01/2009: El Reino Unido se declara en recesión.
° 28/01/2009: España se declara en recesión.
° 04/02/2009: Panasonic anuncia 15.000 despidos y el cierre de 27 fábricas.
° 11/02/2009: El grupo PSA - Peugeot anuncia que recortará 11.000 empleos.
Conclusión.
Por más que se vean afectadas las economías de América Latina, el efecto es escasamente negativo, dada la fortaleza que presenta la región. Un informe del Banco Mundial lo describe de la siguiente manera: "Antes de iniciarse el ciclo descendente, varios países pudieron, por primera vez en 30 años, avanzar considerablemente en la reducción de la pobreza y la desigualdad. En Brasil, Chile, Argentina, El Salvador y Colombia, entre otros, ello se logró en parte gracias al espacio fiscal brindado por mejores políticas macroeconómicas. Esta situación permitió enfocar de manera inteligente el gasto social en quienes más lo necesitaban, generó superávit presupuestarios, logró aumentos nunca antes vistos en las reservas internacionales, un entorno mucho más atractivo para las inversiones y menores tasas inflacionarias".
Actualización al 15/04/2009: El Banco Mundial reiteró que algunos países de América Latina, incluyendo la Argentina, sufrirían en menor medida los impactos de la crisis global.
Matías Pablo Arese, Licenciado en Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.
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