lunes, 20 de octubre de 2008

El premio obsecuente

El Nobel de Economía fue para Paul Krugman: distinción ampliamente merecida para el estadounidense, pero también un gesto demagógico de parte de la academia sueca y en nombre del mundo desarrollado que vive la peor crisis financiera desde la Gran Depresión.

Ahora el ambiente académico internacional lo reconoce y también se acuerdan de él desde la política, mencionándolo como probable Secretario del Tesoro de Estados Unidos en caso de triunfar Barack Obama en las próximas elecciones presidenciales.

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