
No hubo grandes propuestas, planes o ideas. Sólo vagas expresiones y generalidades, matizados con algunas críticas directas entre ambos candidatos. Ejemplo de ello fue la contundente afirmación de Barack Obama acerca de la crisis financiera, la cual "es producto de ocho años de fallidas políticas económicas promovidas por el gobierno de George Bush y apoyadas por el Sen. McCain". No hubo otra afirmación igual de contundente en todo el debate por parte de Obama.
De las intervenciones de McCain se destaca su afirmación: "el Sen. Obama confunde táctica con estrategia" en relación a la guerra en Irak. Lo extraño es que algunas intervenciones del candidato republicano mostraron cierta condescendencia hacia su oponente, algo de lo que tradicionalmente se acusa a los democrátas. Sucedió a lo largo de los 90 minutos de debate, ya que repetidamente McCain se refirió a la "ignorancia" de Obama (siete veces, según el NY Times).
No hubo mucho más, excepto algunos roces con respecto al presupuesto 2009. McCain prometió recortar el gasto y acusó a su oponente de ser un "liberal" (casi un insulto a esta altura en Estados Unidos) que derrocharía el dinero de los contribuyentes, mientras que el propio Obama asoció permanentemene los nombres de John McCain y George W. Bush, señalándolos como los artífices de excenciones fiscales para las grandes corporaciones.